Teatro 1: Todos eran mis hijos

Ayer después del parón veraniego volvimos a retomar nuestras salidas entre semana y nos fuimos al teatro. Esperanza eligió la obra y como siempre fue genial "Todos eran mis hijos" de Arthur Miller.

 

Es una obra ambientada en los años 40, que cuenta la historia de una típica familia americana y las consecuencias de los comportamientos de los personajes durante la Segunda Guerra Mundial. Un breve resumen, para intentar no descubrir nada aunque con la intención de animar al personal para que  no se la pierdan, o si no son de Madrid puedan añadir el libro en el que se basa esta obra en su listado de próximas lecturas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la familia Keller sufre la desaparición de, Larry, uno de sus dos hijos. Transcurren 3 años y Larry no aparece. La madre se niega a admitir que la vida sigue y arrastra al resto de la familia a vivir una farsa ideal. Hasta que Chris, el otro hijo, decide que quiere casarse con la novia de su hermano, Ann. Más o menos hasta aquí parece que la trama es sobre un enredo familiar hasta que nos descubren que los padres de Ann y Chris eran socios de una fábrica de electrodomésticos, decidieron hacer dinero durante la guerra y empiezan a fabricar piezas para aviones. Un día tuvieron un problema con la producción y toman ciertas decisiones...  con graves consecuencias para muchas personas... y hasta aquí puedo leer....

Es una crítica social que nos hace cuestionarnos los valores de la sociedad  y  temas como la responsabilidad, la moral, la solidaridad, la ética, el amor, el engaño, la culpa, la verdad y la mentira. 

¿Proteger la familia es un fin que justifica todos los medios? 

Lo mejor de esta pregunta es que si la pones en manos de cada uno de los personajes la respuesta es totalmente diferente.

Me ha fascinado la obra en sí, pero destaco el papel de la madre, como lucha por no perder la estabilidad familiar, va cambiando de comportamiento según  los acontecimientos que van ocurriendo, pero el fondo siempre es el mismo, trata de apartar toda influencia ajena que pueda desmoronar la farsa que viven cubierta de normalidad.

El papel de Chris, también me ha gustado mucho es soñador, idealista, da un valor especial a todo... y  su sola presencia incita a los demás a ser mejores.... hay un personaje que pide que  Chris se vaya a vivir lejos y dice textualmente: "cuando mi marido esta cerca de Chris desea ser mejor persona" y sueña con ... y añade: "con eso no se come".

Aquí os dejo una de las frases que se dicen en la obra: " A veces trato de acordarme de el hombre que yo fui, el que quise ser, el que pude ser, el que soy"

Ya sé que más de uno se va a morir de la envidia con esta foto.....jajaja

Para terminar un desmitificante comentario sobre Arthur Miller, el autor de esta crítica social, que te hace plantearte muchos valores y la falta de estos en la sociedad y en la familia, sea el mismo que cuando nació su cuarto hijo, Daniel, con Síndrome de Down, le enviara a un internado al día siguiente de nacer refiriéndose a él como "un mongólico del que se tenía que deshacer".