Encuentros

¿No os ha pasado nunca que estáis en algún sitio donde hay más gente y  ves que conectas con alguien pero sabes que no le vas a volver a ver y que es tan breve el tiempo que vais a estar en el mismo sitio que no vais a tener tiempo para conocerla, ni siquiera a saber si esa conexión es real o no?

Cuando he llegado al metro estaba la típica gente que sabe donde van a caer las puertas esperando para entrar y coger todos los asientos. Así que después de observar el percal, me he dicho, las mujeres saben perfectamente donde cae la puerta pero se van a lanzar como fieras y no tengo ganas de recibir empujones y algún que otro golpe de estas buenas señoras a estas horas de la mañana, así que me puse detrás de un chaval, pero mi intuición me decía que este no tenía ni idea, y en efecto, donde estábamos ha quedado el empiece de un vagón y el final del otro, me ha hecho gracia la situación y me he sonreído en el momento que otro chaval más o menos atractivo me estaba mirando.

Una vez dentro del metro me he apoyado en una pared y el chaval atractivo, llamémosle N, se ha puesto a mi lado. Yo iba totalmente enfrascada con el libro que estoy leyendo ahora, Sauces ciegos, mujer dormida, y no me he enterado de nada, he levantado la cabeza para ver porque parada íbamos y mi mirada se ha cruzado con la suya que me miraba fijamente y me ha dicho Casa de Campo, me ha sorprendido tanto que cuando he podido dejar de mirarle he vuelto a bajar la mirada hacia el libro y  me he puesto a leer, sabiendo que me estaba observando.

Cuando me iba a bajar del metro, él seguía mirándome de una manera penetrante y me ha dicho: "por si luego se te olvida, apunta y me ha dado el número de teléfono" me ha dicho su nombre y nos hemos despedido con un ¡Hasta luego!

Cuando alguna vez me ha pasado a mi al revés, independientemente del sexo de la persona, no he sido capaz de darle mi teléfono, he preferido dejar que se fuera, sabiendo que no iba a ver más a esa persona y no iba a poder conocerla.